Tú ni hijos tienes
Cuentan que en una ocasión estaban platicando dos grandes amigos en el Barretal, uno de ellos casado y con familia, el otro viudo y sin hijos, para hacer más amena la charla estaban bebiendo cerveza, se pasó la tarde, la noche y también se pasaron de copas.
llegó el momento en que el señor con familia por el exceso de cerveza que había tomado empezó a vomitar, el otro amigo que se pone atrás de él y que lo abraza apretándole el estómago y diciéndole: -¡¡Aviente todo compadre!!
Cuentan que el amigo que estaba vomitando se detuvo, hizo una pausa y volteó a verlo diciéndole: -¡¡Tú porqué me dices compadre si ni hijos tienes!!