Cuenta la gente que en el Barretal existieron dos personas muy entusiastas y emprendedoras, muy "luchistas" como dice la gente del pueblo, ellos se dedicaban al negocio de la venta de "gorditas" pero un día decidieron cambiar de giro comercial y se les ocurrió salir a otras comunidades de los municipios vecinos a vender sandías.
Dicen que en una ocasión andaban en un ejido de San Carlos ofreciendo el producto en su vieja camioneta y apoyados con un aparato de sonido, cuentan que a toda voz el vendedor gritaba por el micrófono: -Pásele señito, venga y compre la dulce y apetitosa sandía, cosechada y traída desde las tierras arenosas de Veracruz!!
Al escuchar el anuncio, una señora le dice a su hijo: -Corre hijo ve y háblale al señor de las sandías!! Cuentan que el avispado chavalo salió corriendo para hablarle al vendedor, al verlos los reconoció y a gran voz gritó: -No es cierto mamá, son mentiras!! -Son los pin&%$ "gorderos" del Barretal!!
Dicen que en una ocasión andaban en un ejido de San Carlos ofreciendo el producto en su vieja camioneta y apoyados con un aparato de sonido, cuentan que a toda voz el vendedor gritaba por el micrófono: -Pásele señito, venga y compre la dulce y apetitosa sandía, cosechada y traída desde las tierras arenosas de Veracruz!!
Al escuchar el anuncio, una señora le dice a su hijo: -Corre hijo ve y háblale al señor de las sandías!! Cuentan que el avispado chavalo salió corriendo para hablarle al vendedor, al verlos los reconoció y a gran voz gritó: -No es cierto mamá, son mentiras!! -Son los pin&%$ "gorderos" del Barretal!!
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