Un día Charlando con Matilde Álvarez, oriunda del Barretal le pregunté sobre el origen de una casita de adobe y techo de palma que se encontraba en el patio de su casa, a simple vista se notaba que el tiempo había hecho estragos en su construcción, aún así permanecía de pié, esta casita tenía su historia, mejor dejémos que sea ella misma quien nos cuente su historia:
"Esta es la cocinita donde crecimos comiendo frijoles con chile con unas tortillotas hechas por mi madre con maíz cosechado por mi padre, pero a veces nos colgaban la canasta bien alta para que nos alcanzara para la cena, en esa cocinita se les ofrecía también comida a las visitas que llegaban, recuerdo que ahí jugábamos de niñas a las "comiditas", donde los últimos años de vida de mi padre fue su recámara durmiendo en su catre de fierro, donde también mi madre la usó de recámara por que la casita era bien "fresca", también sirvió de hospedaje a los que venían de Texas, en fin toda una historia de más de 65 años, la "cocinita" hecha por la mano de mi padre a base de puro adobe que él mismo fabricó, hoy sólo los recuerdos quedan, recuerdos que llevaremos siempre en nuestro corazón".
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