El poblado el Barretal Tamaulipas que debe su nombre al árbol de barreta que en ése espacio geográfico abundaba en sus inicios, surge según algunos testimonios escritos; por el año de 1925 cuando un grupo de campesinos de la región entre los cuales destacaban el Sr. Juan Cano, Melitón Niño, Luis Ibarra, Pablo Jaramillo, Francisco Honorato y otros grandes luchadores sociales que permanecen en el anonimato empezaron a exigir al gobierno un pedazo de tierra para trabajar iniciando los primeros trámites que se hicieron realidad un día 21 de Abril de ése mismo año con la resolución presidencial dictada por el Gral. Plutarco Elías Calles y acatada por el entonces gobernador constitucional del estado de Tamaulipas, el ilustre Lic. Emilio Portes Gil.
Es importante también recordar el día 1° de mayo de 1927, cuando el representante de la Comisión Nacional Agraria en nombre del C. Presidente Plutarco Elías Calles hizo formal entrega de las primeras 150 hectáreas deslindadas, éstas tierras fueron producto –según cuentan los ejidatarios- de luchas infatigables, de un denodado esfuerzo, pero sobre todo, de un amor permanente a la tierra y al trabajo, se debe recordar también que la dotación mencionada fue avalada por grandes e incansables luchadores identificados con las causas campesinas como por ejemplo; el Lic. Emilio Portes Gil, el C. Miguel Martínez Rojo, el C. Graciano Sánchez y Úrsulo Galván primer dirigente de la Liga Nacional Campesina; ciudadanos que paso a paso apoyaron el movimiento de los campesinos de la región y propiciaron que viera la luz por vez primera vez el ejido el Barretal.
Cabe destacar que ese momento no fue el fin de la lucha y que la demanda de las tierras persistió pero que una nueva resolución emitida el 12 de diciembre de 1929 favorece la ampliación del ejido con 437 hectáreas pertenecientes a la ex-hacienda La Cruz.
No podemos dejar de mencionar los primeros cultivos de las tierras del Barretal, cuando sus principales siembras se reducían al maíz y el frijol y posteriormente a finales de la década de los cuarentas y principios de los cincuentas a la siembra del algodón, es importante señalar que por iniciativa propia y después con asesoría y apoyo del banco ejidal algunos campesinos inician allá por el año de 1955 la plantación de los primeros cítricos, hasta llegar en la actualidad a lograr la plantación de 350 hectáreas con árboles en producción y algunas hectáreas en formación, es así como hoy en el Centenario de la Revolución éste terruño tamaulipeco es un ejemplo nacional de lucha, esfuerzo y trabajo.
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